Vuelvo a mi orilla.

Siento el abrazo del mar,

mojando mis emociones,

intento descifrar sus misterios.

Mi alma ríe, llora, siente.

Libre mi instinto, navega en olas

me convenzo que no hay regreso…

Noche huérfana de luna y estrellas

el horizonte, me mira satisfecho

y acompaña en silencio.

Un aire extraño cruza el cielo,

el mar se pone feroz e inclemente

me penetra con deseo tierno.

Suspiro, entrega y lágrimas

me pierdo en mi cosmos de sentires

deambulo en lugar sin tiempo,

sin horas, intantes, ni sueños

me distraigo con el canto de las olas.

Pero algo, desde dentro me despierta,

Es tu dolor, tu pena,  desconsuelo intenso,

es preciso que aleje tus tristezas.

Cruzare las fronteras de dolores,

renaceré en olas siderales

un remanso de amor y fe en mis fuerzas

me arrastra con animo y firmeza...

vuelvo a la orilla, me siento vencedora,

ya en el cielo mi luna y las estrellas,

renovada, y totalmente arrulladora

con ansia de que me encuentres

                    Miriadas